AFECTADOS POR LA DANA
Fuimos afectados por la DANA, sí. Muy dañados en lo material, pero con una pérdida irreparable. A nuestra compañera Mila nos la robó la riada.
Pero cuánto bueno se puede dar, cuando algo terrible sucede. Las donaciones desinteresadas de todo el mundo, en lo material, limpiando, en lo técnico, dándonos trabajo, confiando en nosotros, dándonos visibilidad, y de tantas y tantas otras maneras nos han devuelto la esperanza y volvemos con mucha fuerza y muy pronto.
Aquí os dejamos un artículo, en el que la prestigiosa revista AD nos ha dado visibilidad y por el que estaremos, siempre eternamente agradecidos.
https://www.revistaad.es/articulos/dana-valencia-empresas-valencianas
No en todos los casos ha sido así. En la tienda KA International de Picaña, de la empresa valenciana de fabricación y venta de mueble tapizado, cortinaje y descanso La Lantana Textil, la situación vivida ha resultado absolutamente devastadora. Los empleados corrieron verdadero peligro en la fábrica, situada a tres calles del barranco, pues se arriesgaron salvando mercancías acabadas y rescatando a transeúntes o vecinos que pasaban por su calle, convirtiendo la planta alta del establecimiento en un refugio al que incluso los bomberos llevaban a familias que habían perdido sus casas. “Llegamos a ser 42 personas”, recuerdan. Y sin agua, ni luz, comida, y cobertura durante varias horas.
Esa misma noche, al bajar el nivel del agua, pudieron ver los daños en las dos naves. “Toda la exposición embarrada y destrozada, las puertas interiores reventadas, ordenadores, textiles, muestrarios, sofás… Toda la maquinaria estaba bajo metro y medio de agua y barro”.
Sin embargo, lo peor estaría por llegar. Al día siguiente, supieron que dos de sus trabajadores habían desaparecido mientras volvían a sus casas. “Uno de los dos empleados desaparecidos se pudo salvar. Mila, nuestra secretaria, no. Fue arrastrada por el agua mientras intentaba subir a un muro tras abandonar su coche ya inundado. Esto ha sido muy duro para todos nosotros”.
Enfrentar la reconstrucción con ese panorama devastador se antojaba imposible. “Por momentos, aparece el abatimiento, las ganas de tirar la toalla. Es imposible que no se te pase por la mente abandonar y decir ‘hasta aquí hemos llegado’. Pero somos luchadores y emprendedores natos. Toda nuestra carrera profesional ha sido como empresarios en este sector, es nuestro modo de vida, y es difícil no luchar por él. Pero, por mucho que quisiéramos hacerlo, esta vez, era imposible solos”.
Lantana Textil tuvo la colaboración de más de 200 personas durante los primeros 15 días para limpiar («La gran mayoría, eran amigos; otros, se hicieron luego»), ayudas económicas tanto de seres queridos como de Juan Roig, presidente de Mercadona; asistencia técnica de parte de amigos y voluntarios, e incluso la plataforma Adopta un comercio les brindó la posibilidad de contar con una creadora de contenido, Celia Alesanco, que “se ha hecho eco de nuestra historia para ayudarnos”.
Los proveedores también se lo pusieron fácil, incluso destacan el papel de los notarios “levantando actas”, aunque consideran el papel del Estado aún insuficiente. “En fin, las dificultades se afrontan con coraje y con el cariño y apoyo de las personas buenas, ¿cómo, si no?”.
La compañía aún no ha retomado la actividad (tuvo que entrar en ERTE parcial, pues la maquinaria está dañada), pero confían en volver a trabajar como antes muy pronto. “Tenemos mucho y muy bueno por ofrecer, y quizá el no haber invertido muchos recursos en publicidad ha hecho que nuestro nombre no esté posicionado como otros, pero el servicio que brindamos al mundo del interiorismo es muy amplio, de alta calidad y muy personalizado, algo que es muy apreciado en este sector tan fascinante que crea espacios donde vivir, tener bellas experiencias y ser felices”.
El golpe ha sido terrible, pero el aprendizaje también ha sido grande: “Nos hacemos eco de que el pueblo salva al pueblo, y aplaudimos a esa generación Z que ha resultado ser de diamante, no de cristal”. Ahora queda estar atentos a su vuelta, para devolverles el enorme esfuerzo por ponerse en pie en forma de interés por sus productos.
GRACIAS


